sábado, 10 de marzo de 2012

Incandescencia Glacial, Capitulo 2


Incandescencia Glacial
Capitulo 2, "Menuda Fiesta"

Pov. Claire


-Hey, Quil, casi no llegas hermano, ¿Qué hacían?- nos saludó Embry nada más cruzar la puerta, y dijo eso con un tono burlón y a la vez levantaba la ceja dándole a frase una expresión de “Hey los pillamos”, se me subieron los colores a la cara, mis mejillas ardían, cosa que para Embry no pasó desapercibida.
-¡Claire…! cada día estas más linda, ¿Qué es lo que te hace Quil para tenerte así?- pregunto con tono sensual y con una mirada burlona, percibí como Quil apretaba nuestro amarre, su mano temblaba.
-¡CALLATE ESTUPIDO!, la estas confundiendo, sabes que es mi hermana, ¡¿Qué te está pasando?!, ¡RESPETALA!- su rabia era notable, Quil miraba a Embry con odio, y en su tono se pudo notar la censura con que decía esto, mientras tanto Embry luchaba por no reírse, mientras mantenía la cabeza gacha y hacia negaciones con su cabeza, tenía una sonrisa golfa; algo dentro de mi hizo clic en ese instante y repare algo en la frase de Quil que no había notado cuando lo dijo: “sabes  que es mi hermana”, “sabes  que es mi hermana”, “sabes  que es mi hermana”, “sabes  que es mi hermana”, “sabes  que es mi hermana”, esa frase se repetía en mi mente una y otra vez de una manera enfermiza, la melancolía me inundo completamente cuando comprendí el doble significado que escondía esa frase, no solo se lo decía a Embry, también me lo dejaba claro a mí.
“¡Estúpido!” pensé.
Solté su mano de un tirón irradiando ira por doquier, Embry lo noto y en su cara se vio lo sorprendido que estaba por mi reacción, sin pensar más comencé a caminar hacia la cocina, las manos me picaban, sentía deseos no comunes en mí, como lo eran dar un puñetazo a alguien en ese instante, me contuve y metí mis manos en los bolsillos traseros de mi pantalón, aunque me vi obligada a sacar mi mano derecha ya que en ese bolsillo estaba mi celular.
-¡Hey! ¡Osita Claire!, ¿Dónde estabas con Osito Quil?-, pregunto Paul de repente haciendo que pegara un bote y abriera los ojos como platos al escuchar que usara el mote que Quil usaba conmigo cuando yo era pequeña, Paul se encontraba sentado en el sofá de la sala, sus piernas estaban sobre la pequeña mesa de madera, sus brazos estaban alrededor de Rachel la hermana de Jacob, su esposa, su tono salió tan…. Insinuante, eso me lleno de más rabia y más cólera.
-Ahora no estoy para tus jueguitos Paul, madura, para tener 34 años aun eres un crio …- Dije con tono cortante, ácido y una mirada que destilaba odio y rabia a los cuatro vientos.
-¡Quil! ¡Tío! ¡¿Qué le estás haciendo a esta chica?! ¡Está hecha toda una fiera!- dijo Paul, para luego comenzar a carcajearse por mi obvio mal humor, su risa era estruendosa.
-¡Cállate!- le reprendió Rachel mientras le daba un golpe en el brazo, se volvió hacia mi in con una mirada dulce y llena de culpabilidad me dijo –Lo siento, él es un idiota- me limite a asentir con la cabeza no sabía a quién se refería si a Quil por ser idiota o a Paul, bueno, ser idiota era la cualidad más notoria en Paul, eso no tenía dudas.
Decidí no amargarme más y me dirigí a la cocina, allí se encontraban Tía Emily acomodando chocolates en unas 10 bandejas, así como pastelillos, perros calientes y comida ¡mucha comida!, Leah hablaba por teléfono, y tenía carita de ponqué, de seguro hablaba con Samuel su imprimado y novio hace siete años, Nessie estaba al lado de la puerta que hacia conexión al patio hablando con las otras imprimadas: Kim, Jenny, Amanda, Esther, Anna y Raquel, estas siempre estaban hablando como locas.
-hola, chicas, ¿Cómo va todo? Salude en general, tratando de integrarme a la conversación aunque no sé cómo podía yo encajar con chicas que iban desde los 24 hasta los 29 años…
-¡Hasta que por fin llegas!- dijo Kim, con una sonrisa golfa, haciendo gestos con las manos hacia el cielo.
-Ya… Quil no se quería levantar- dije cortante, -Así que… ¿Dónde está el cumpleañero?- pregunte, para cambiar de tema, renesmee la pillo al vuelo, mi cara de rabia al parecer no se me había borrado.
-Ohh… se ha ido a la peluquería- me dijo con una mirada llena de preguntas, podía ver un signo de interrogación tatuado en su frente, -¿podemos hablar un minuto?- Me pregunto haciendo gestos con la cara para que aceptara y la siguiera.
Me tomo del brazo y me llevo halando fuera de casa, uso una velocidad inhumana la suficiente para que yo pudiera correr como si de un maratón olímpico se tratase, casi me caigo, ella sabía que correr así me chocaba yo no era para nada rápida, la lluvia era punzante así que con la mano que tenía libre me puse la capucha de la cazadora, de repente pegue un bote cuando Ness paro en seco en un rincón del bosque más o menos apartado de la casa.
-¿Qué ocurre?- me pregunto, tenía sus ojos fijos en mí, su mirada era calculadora, a ella no se le escapaba nada, sabía exactamente como descifrar cada uno de mis gestos.
-No ocurre nada- dije con voz fría, gélida. Quizás así entendería el mensaje, -tenemos que regresar, Jake volverá pronto- dije a la vez que me daba la vuelta y comenzaba a caminar hacia la casa, me dolía mentirle, ella era mi mejor amiga, pero esto era humillante, reconocer que algo me estaba pasando con Quil, con mi hermano, esto era algo que no quería compartir con nadie.
-¿Qué fue lo que paso con Quil?- me pregunto cuando ya había recorrido alrededor de tres metros, me quede de piedra, voltee lentamente y me lleve un susto al ver a Nessie a mis espaldas en menos de un segundo, en sus ojos se veía la lastima, la pena que sentía por mí, me vi obligada a usar todo mi autocontrol para no estallar en llanto frente a ella.
-No… no pasó nada- dije con voz pastosa, en ese momento me pillo totalmente desprevenida cuando me dio un fuerte abrazo y me susurro al oído, -sé que lo necesitas-.
No comprendía que se refería,-¿Qué cosa necesito?-.
-Un abrazo- me dijo ella, en ese instante explote se lo diría todo, ella era mi mejor amiga siempre podría confiar en ella lo sabía.
-¡NESSIE!, ¡CLAIRE!, ¡¿Dónde ESTAN?- Se escuchó a lo lejos pude reconocer la voz de la tía Emily, contuve todas mis emociones y me mordí la lengua para no hablar.
-¡YA VAMOS!-Grito Renesmee, me tomo del brazo y comenzamos a caminar a un paso humano hacia la casa de Jake.
Salimos del bosque y entramos por la puerta que daba hacia la cocina, nos dirigimos a la sala y nos detuvimos frente a las neveras portátiles, ella comenzó a buscar algo…
-¿una cerveza sin alcohol?- dijo estirando su brazo para que yo la cogiera, negué con la cabeza.
-Mejor un refresco- dije, ella sonrió, saco un refresco de limón y me lo entrego, nos dirigimos al sofá yo me senté en una punta al lado de Toby y ella se sentó atrás de mí en el respaldo del sofá, nos quedamos escuchando las historias de Paul y Toby acerca de la manada, vi a Quil al otro lado de la sala charlando con Jared , Aarón y zac; luego de cinco minutos Jake cruzo la Puerta y Nessie cruzo la sala como un espanto para abrazarlo por el cuello y estamparle un beso en los labios ¡qué cosas las de los imprimados!, pensé, Jacob de muy buena gana rodeo su cintura y le devolvió el beso, las cosas empezaron a subir de tono…
-¡Hey Jake! ¡Mejor llévatela a tu cuarto tenemos chicos menores aquí!- grito Paul, quien exploto en risas, contagiando a todos los presentes; Nessie se despegó de Jake, se tomaron en las manos y vi el rubor de sus mejillas, era tan rojo que por un momento pensé que se podría freír un huevo allí.
Volví a mirar hacia donde se encontraba Quil, Toby estaba colocando música en el reproductor, y un segundo después la música propia de pitbull retumbaba por toda la casita roja, los chicos de la manada comenzaron a bailar con sus imprimadas, y los que aún no estaban imprimados se limitaron a seguir charlando, prácticamente todos los de la manada se encontraban allí, solo cinco estaban patrullando, Tío Sam había dejado de transformarse a eso de 3 años, pero sin embargo seguía siendo parte de la manada, el intervenía en la toma de decisiones, además aconsejaba sabiamente al nuevo alfa y jefe de 21 lobos, Jacob.
Todos estaban bailando, charlando, comiendo, riendo; Nessie no se le despegaba a Jake me quede mirando como bailaban, se reían, se besaban, trate de darle en ese instante un nombre a los sentimientos que me embargaban al ver a Quil, yo… me ponía nerviosa, lo veía… perfecto, me daban de repente ganas de tocarlo, de…; me detuve en rotundo, deje ese pensamiento colgando y me limite a ver sentada sola en el sofá como todos bailaban en la improvisada “pista de baile”.

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