Atrapada
Capitulo 1, El Principio del final
Sophia POV.
Miraba
la ventanilla del auto que me ofrecía cálidamente rayos de sol que bañaban con
tal intensidad mi piel que por efímeros momentos sentía mis brazos arder, no
podía dejar de posar mi vista en la carretera mientras que un amplio letrero
reflejaba “MADERA 85Km”, llevaba 8
horas viajando en un auto contratado por mi padrastro, para que me llevara
junto con mi madre a Madera ya que el Próximo vuelo que abordaba en Carolina
del norte con destino a California saldría en al menos 4 días, así que aquí iba
yo, en un tedioso viajes en auto desde el aeropuerto de las vegas hasta California,
volvía al fin después de estar ausente por 6 meses y medio, los cuales día a día
habían sido una tortura, había dejado todo cuanto me interesaba aquí, mis
amigos, mi escuela, mi novio…
Mi
novio, lo echaba de menos, pero venia totalmente preparada a recuperarlo todo,
a reconstruir mi vida como hace 6 mees la tenia, perfecta.
Teclee
‘Reproducir’ en mi IPod, cerrando los
ojos instantáneamente, concentrándome en los aturdidores y emocionales sonidos
de Train*, los cuales aliviaban los nervios que florecían en mi estomago, de un
momento a otro, el exterior dejo de existir y tan solo me encontraba yo
arropada por los gruesos y delirantes brazos de Morfeo.
Los
gritos estruendosos de mi madre me ratificaron que habíamos llegado, pude ver las
tan conocidas casas a mi alrededor, el pasto verde debido a las desproporcionadas
cantidades de agua al momento de regar las aceras, todo tan característico de
mi ciudad, me sentía completamente extasiada en este momento, dichosa, feliz en
todos los sentidos.
Visualice
la avenida de su casa y me quede sin habla, petrificada en mi asiento, luego de
unos minutos al fin pude reaccionar…
-Señor
por favor déjeme aquí- pedí al chofer del coche.
Mi
madre me miro con la mueca de una sonrisa traviesa en la cara, -mama luego iré
a casa, lo prometo, no tardare- dije rápidamente.
-De
acuerdo linda.- aprobó.
Baje
del auto con una gran sonrisa, literalmente corrí hacia su casa, consciente de
mis ojos llorosos, el temblor de mis manos y piernas, con la tenue sensación de
caerme cada 3 metros, la emoción de aquel tan esperado y añorado rencuentro.
Al
llegar a su casa, subí rápidamente las escaleras del porche, y toque la puerta
principal dos veces, para mi sorpresa nadie abrió, volví a tocar un poco mas
desesperada pero me detuve al escuchar risas y murmuros leves provenientes de
su jardín trasero, camine lentamente hacia allí, deteniéndome entre los medianos
arbustos a observar.
Allí
estaban mis amigos, con sus respectivas novias y novios haciéndose mimos por
doquier, jugando y discutiendo por un sinnúmero de estupideces, justo como yo
lo recordaba, estaban en una especie de picnic, aquellos que eran tan frecuentes
entre nosotros, allí estaba el…
El
con una chica rubia entre sus brazos, besándola y abrazándola sin cesar, sin
detenerse un segundo a pensar en aquella chica rubia, alta, de ojos azules con un toque gris a la que le
había jurado amor hacían ya seis meses.
Allí
estaba ella con mis amigos, intercambiando sonrisas, palabras cómplices, cosas
que generalmente ellos solían hacer conmigo.
No
estaba preparada para esto, simplemente no era el tipo de chica que se
caracterizaba por su valentía y su osadía, yo no era así.
Como
pude me aleje de allí, medio desesperada, medio histérica, con mi cara
completamente empapada debido a mis irreparables e incontenibles lagrimas, fui
corriendo entre calles y venidas, siendo consciente de que todos aquellos
conductores que pasaban a mi lado en sus respectivos automóviles se quedaban
observándome detenidamente, de seguro parecía una loca corriendo sin rumbo y
llorando a mares bajo los incandescentes rayos del sol propios de una acalorada
y veraniega tarde de junio.
Divise
a lo lejos la gran casa de farolillos colgantes del alero y con un columpio en
el porche, frondoso césped y tiernas flores, la puerta principal estaba
abierta, entonces comprendí que quizás mi madre ya había comenzado a desempacar todo lo que había traído el camión
de mudanzas desde hacían ya 2 días.
Me
detuve en al puerta principal y con mis manos temblorosas seque aquellas
traicioneras lagrimas, mientras tomaba una gran bocanada de aire, me pare en
seco al ver a mi madre apartar aquellas sabanas que cubrían los abandonados
muebles.
-¿Qué
haces?- pregunte con la voz temblorosa.
-¿Cómo
que, que hago?, arreglo la casa cielo- dijo con la voz muy suave, como si nada
en el mundo estuviera pasando.
-NO,
no arregles nada, nos vamos, regresaremos a Carolina del norte junto con
Richard.- dije
-¿Pero
que dices?, no podemos irnos, acabamos de llegar.- SI, esa era justo la
reacción que esperaba de su parte.
-Lo
se, pero nos iremos, no quiero estar aquí- dije apretando fuertemente mis
manos, convirtiéndolas en puños, teniendo la sensación de que mis nudillos
estallarían al aplicar tanta fuerza en ellos, recordando lo que había
presenciado minutos atrás.
-Cariño,
no sé que ha pasado, pero no podemos irnos, aquí esta el trabajo de Richard, no
podemos irnos, esto es importante para el, como su familia debemos apoyarlo.
-Esto
no es nada, esto es importante, quiero… necesito irme.
-Quizás
si me dices que ha pasado, pudiéramos conseguir una solución.
-No
puedo decírtelo.
-Entonces
yo no puedo entenderte
-Por
favor, por favor, por favor…- roge
-Nena…
sea lo que sea que halla pasado, debes arreglártelas como puedas, no nos
iremos.
-¡NO
QUIERO! ¡QUIERO IRME!
-No
podemos, entiende.
-¡Si
no te vas conmigo… Me iré con papa!
-¡Pues
vete! ¡No me vas a hacer chantaje con eso!- aseguro, no dije mas nada y tampoco
deje que ella hablara, rápidamente corrí hacia la camioneta y baje la maleta y
los dos morrales del coche, haciendo un poco de equilibrio hasta que logre
entrar a casa, al mirarme mi madre dejo escapar el aire de golpe.
-No
me hagas esto, no seas injusta conmigo- dijo ella, tratando de retenerme.
-Tu
no puedes irte, yo si.- conteste.
-Nena…
-Mama
podrías llamar a papa, dile que voy de camino…- dije cortando cualquier cosa
que anteriormente pensaba decir
-Vale.-
dicho esto, tomo su móvil que se encontraba sobre la ya desmantelada mesa de te
y presiono algunas teclas, luego lo llevo a su oído.
-Hola…
Si soy yo, ya hemos llegado a casa; Si, ella esta aquí a mi lado; Al parecer
Sophia quiere ir a pasarse una temporada contigo; Sinceramente no tengo idea; Ok,
ya te la comunico- dijo para luego extender el móvil en mi dirección, lo tome
con una visible mueca de incomodidad en mi cara.
-Hola…-
dije
-Hola nena, ¿Cómo estas? ¿Qué es lo que ha
pasado?- dijo mi padre, valla… tenia tiempo sin
escuchar su voz, y se notaba visiblemente preocupado.
-No
es nada… solo quiero irme de aquí un tiempo.- mentí.
-Pero cariño, acabas de volver hoy…- dijo,
como mi madre había dicho antes.
-Lo
se…- respondí.
-Bueno nena, ¿dentro de cuanto vendrás? ¿Unas
semanas? ¿Un mes?
-De
echo… pensaba irme ahora…- dije al tiempo que mordía mi labio interior.
-¿Ahora? ¿Por qué ahora?- pregunto confuso.
-Papa…
No quiero hablar de esto y menos contigo… ¿dejaras que valla contigo si o no?-
lo presione
-Vale… Reservare un vuelo para mañana y
hablare con el director del instituto, quizás puedan aprobarte, supongo que
debes traer tus papeles y ese tipo de cosas necesarias.
-Gracias
papa, de verdad… gracias
-Esta bien, pásame a tu madre
Extendí
el teléfono hacia mama y me quede medio atolondrada observando sentada en las
escaleras de caracol como hablaban y discutían acerca de mí y de mi futuro, sin
hacerme participe de la conversación, al final habían acordado que viajaría en
dos días ya que mi padre tenia asuntos que atender acerca de mi hospedaje en su
casa.
Mi
madre solo sollozaba y decía indirectas demasiado directas hacia mi a cada
instante, me bombardeaba en remordimiento y cargos de conciencia diciéndome mas
de una vez “por favor, no me dejes”,
pero ella era una mujer entregada a su esposo, a su “perfecta familia”, yo no le pediría que lo dejara todo por mi,
vivíamos relativamente cerca de la universidad estatal, así que no me preocupe
por su soledad y por la falta de energía materna, mi hermano saldría del campus
y volvería a casa con mi madre, con mi estúpido hermano rebelde mayor tendría
suficiente.
Mi
padre es medico bacteriólogo, residente de Forks, Washington, un pueblo pequeño
nublado y en el que de los 365 días del año ,364 y medio llueve, Desde Q mi
hermano nació tres años antes que yo, hasta que cumplí los 6 años vivíamos en
Manchester en el Reino Unido, cerca de la vía central de Liverpool , mi padre
tenia un gran trabajo en un hospital de esa ciudad, pero luego surgieron
problemas con mi madre, así que ellos solo decidieron tomar el camino mas fácil,
el divorcio.
Al
principio mi padre rento un apartamento muy cerca de nuestra casa, pero mi
madre estableció una relación con un norteamericano y mi padre no lo soporto,
meses anteriores a mi padre le había surgido una propuesta de trabajo en Forks,
al enterarse de la nueva relación de mi madre, acepto y se marcho, dejándonos
atrás, junto con Manchester.
Mi
madre volvió a casarse, justo cuando yo tenia 8 años, nos mudamos con su esposo
muy cerca de nuestra antigua casa, lo que hacia la situación para mi hermano y
para mi un poco mas incomoda de lo normal, a los 13 a el esposo de mi madre le surgió
una gran oferta de trabajo, muy cerca de su ciudad natal, desde entonces
vivimos en Madera, California, un poco mas cerca de papa, eso decía mama, al
momento de mudarnos…
Pero
no estábamos nada cerca, el cambiar de residencia solo nos distancio un poco más.
Mi
hermano entro a la universidad, hacían ya 6 meses, justo al mismo tiempo en que
al esposo de mi madre le había surgido un nuevo proyecto en Asheville, Carolina
del norte.
Ahora
que volvíamos a casa, todo se iba por el drenaje…
Las
esperanzas, las emociones, las ganas de continuar, de volver, de reconstruir.
Hacían solo seis meses desde que me había ido, todos me habían sustituido, mis
amigos cercanos, mi mejor amiga, el…
Él
me había remplazado, y eso solo dejaba paso a una afirmación, simple y
lógicamente aquí yo no era imprescindible.
No
sabia que pasaría, que vendría después de esto, no tenia idea de que me
deparaba el futuro, la vida, en donde o que estaría haciendo en exactamente una
semana, solo tenia una cosa plenamente clara, quería irme, huir del dolor,
porque si, era cobarde…
Sophia
Sparks era una cobarde, que ante el más mínimo indicio de dolor, se iba
corriendo a esconderse, a resguardarse entre las sombras.
Esa
era mi realidad, me escondía, me ocultaba, me apartaba…
-Sophia…
quieres terminar de hacer tu maleta.- Me dijo mi madre con el ceño levemente
fruncido, sacándome de mis pensamientos, y echando un vistazo al desastre de mi
habitación.
-Si
ya… ya acabo- dije medio grogui, habían pasado ya los dos interminables e
inalcanzables días, esta tarde partía mi vuelo a Forks con una parada
intermedia en Oregon, eso es lo malo de viajar en segunda clase, denle las
gracias a mi madre, quien considero no necesario un vuelo en primera clase,
resulta que ahora se interesaba por el ahorro de bienes de papa.
-Estas
distante, ¿segura de que quieres ir?- pregunto peinando mis cabellos con sus
delicadas manos.
-Si,
si que quiero…- conteste.
-Vale…
entonces termina- y habiendo dicho esto salió por la puerta dejándome sola,
acurrucada en mi cama, mientras que gruesas lagrimas amenazaban con salir de
mis ojos, tome el delicado objeto entre mis dedos, dándole vueltas, tratando de
descubrir las diferentes facetas que este poseía, para un poco mas tarde
levantarme y esconderlo en uno de los muy prontos olvidados nocheros de aquella
habitación en california, para siempre.
Literalmente
corrí hacia el armario y saque de allí la maleta y los dos morrales que había
guardado aun sin desempacar, saque la ropa de verano que había llevado a
california, y guarde la escasa ropa de frio que poseía, guarde unas cuantas
zapatillas y tenis, mi computadora portátil y los CD’s tan significativos para
mi, al igual que unos libros y material de la escuela que sin duda me haría
falta mas adelante, artículos de aseo, ropa interior, accesorios, y ¡BINGO!
¡ESTABA LISTA!
Me
detuve un segundo al ver aquellas fotos que había empacado hacían ya 6 meses y
me las había llevado a california, fotos de mis amigos, fotos de mis
interminables besos con Liam, con toda la furia y la fuerza de voluntad que se
alzaba instantáneamente en todo mi cuerpo las rompí una a una a la mitad, para
luego tirarlas por la ventana hacia la calle, sacándolas de mi vida, sin la
oportunidad de retornar.
Con
precaución tome los dos morrales y la maleta, mientras que me encaminaba rumbo
abajo de las escaleras de caracol, entre tropiezos y tambaleándome, llegue al
final de estas.
Mire
a mí alrededor, para encontrarme a mi madre tumbada sobre el sofá, con un
pañuelo entre sus manos y sus ojos azules anegados de lágrimas.
-Mama…
no llores- dije con la voz un poco ronca acercándome a ella.
-Me
dejaras… tu… me dejaras- dijo, para luego tomar su pañuelo y limpiar ruidosa y dramáticamente
su nariz.
-Estaré
allá tan solo por un año, es mas… será menos, cuando el semestre finalice,
volveré…- dije tratando de sonar convincente, para así consolarla.
-¿Lo
prometes?- rogo
-Lo
prometo- jure solemnemente, para luego darme cuenta que esa promesa se había
roto, desde el mismo momento en que la había aceptado.
El
resto del día pasó igual, mi madre llorando y deambulando de aquí para allá,
poniéndome cada vez más nerviosa conforme se acercaba el momento de la partida.
Termino
llevándome al aeropuerto con al excusa de que Richard, es decir su esposo,
llegaría de Virginia en 2 horas, y ella lo esperaría, pero yo sabia
perfectamente lo que sus labios no eran capaces de pronunciar, ella no quería
estar sola en casa.
Sin
pensarlo demasiado me acomode en el respaldo del asiento observando como a mi
lado se sentaba una mujer con los ojos rojos e hinchados producto de las arduas
lagrimas, entonces reflexione que quizás yo debería estar así, dolida de
partir, como la ultima vez, solo que ahora seria para comenzar otra vez, para
no mirar atrás.
En
estos dos días no había salido de casa con el temor de que alguien me viera y
supieran o ratificaran que había vuelto, que estaba aquí, mi madre aun no sabia
por qué quería irme, pero supuse que después se enteraría y ella misma podría
sacar sus conclusiones al escuchar los futuros cotilleos comunitarios, pero no
se enteraría por mi, al fin y al cabo era algo que había prometido no decir.
Sentí
como el avión levemente despego y pude decir con certeza que una parte de mi
quedo allí, en Madera, junto a mi madre, a mis “ex” amigos cabe resaltarlo,
junto a el…
Cerré
fuertemente los ojos tratando de desterrar de mí aquellos pensamientos que me dejaban
sin aire, y una pregunta surgió en ese momento…
¿Cómo era posible que todo pudiera ser tan
putamente doloroso?
Abrí
mi mochila y saque mi pequeño IPod, aquel que había sido mi mejor amigo en mis
momentos mas oscuros, este era uno de ellos sin duda…
Band of Horses inundo cada pequeña molécula de mi cuerpo con
sus relajantes y gratificantes notas musicales, disfrutando de la sensación de
paz, y de la libertad de aquellas ataduras que me amarraban a California me
quede dormida.
AGRADECIMIENTOS
Primero que todo Gracias a todos los que me apoyan y me dan
ánimos *---* a todos los que toman su tiempo para leerme, esto es tan especial
para mi…
Quiero darle gracias en especial a mi prima Shirly Lucia,
Gracias por que estas vacaciones fueron buenas debido a ti, Gracias por leer
todas las estupideces de mi libreta
mágica y aguantarme con todas mis weahs de “Taylor es la mejor”, ella le ha puesto el nombre al primer
capitulo, y eso lo hace aun mas especial, Gracias porque me haz ayudado con la
personalidad de Sophia, aunque como veras no le he puesto el apellido que
querías, perdóname… Te quiero Primate *---*, Tambien Quiero darle las gracias a
Caro Ramirez, Gracias por todo lo que haces por mi, aun sin yo pedírtelo, Tu creíste
en mi cuando nadie lo hizo, Posdata… Te Quiero *****
Dejen sus comentarios y sus reacciones, y díganme que les ha
parecido, creo que muchas nos identificaremos con eso, a muchas nos han dejado
de lado, si es tu caso, felicidades! Lo has afrontado, eso te hace grande :D
Pronto publicare una nueva historia de mi amiga Jenn Smith, y la
verdad es que se ve muy bien :D
Un beso, Os Quiero… *-*
Natalie Mars
me ha encado el prer capitulo estubo buenisimo sigue q quiero ver la continuacion
ResponderEliminarCAAAAAAARIÑOOOOOOOOOOO <3
ResponderEliminaraqui ando yo(? muajaja(? ok no xD paso a dejar mi primera marca en tu blog:B
Como te prometí lo leí y no me arrepiento ^^'
Sabes que siempre te apoyare en cada cosa que hagas como lo he hecho desde un principio(? :3
Me encanto este capítulo!:D
Espero ver mas de este fic pronto, se cuanto significa para ti y te deseo muchaaa suerteee*----*
te quiero *****!
Esta increible espero escribas mas capis pq este esta genial claro como todos los q escribes. Un beso enorme!!!! <3 =}
ResponderEliminarBueno Amiga Naty!!! Esta historia se ve MUY INTERESANTE!! más si me imagino que nuestra querida Sophia se va ha relacionar con el misterioso mundo de Forks.... JAJAJAJAJAJA.... Me encanta esa idea....
ResponderEliminarEspero con muchas ganas el próximo capítulo...
Hasta Pronto!!! TE FELICITO!!! Un GRAN SALUDO!!!
Anita
Me encanto tu Historia!!! Por favor publica pronto el siguiente capítulo!!! Me muero por saber como sigue.....
ResponderEliminarHola Nati!!!
ResponderEliminarSoy seguidora de este tu Fic... Y ME ENCANTA!!!
Por favor continúa pronto con esta Historia de Sophia y Embry!!!
Me parece que va ha ser muy interesante.... Casi nadie se ha inspirado para escribir sobre la imprimación de los demás QUILEUTES.... Y particularmente a mi me encanta el personaje de Embry....
Please!!! Publica Pronto!!!
Tere
Amiga Nati.... cuando vas a publicar....???? Please!!!!
ResponderEliminarQue me muero por saber que va ha pasar cuando Sophia Conozca a Embry!!!
Del pobre nunca hemos conocido como fue su imprimación.... please!!!! queremos saber!!!!
Un abrazo!!!